Nut Lab #9 | Entrenar en ayunas: Cuando hacerlo y sus beneficios
Parece ser que el ayuno intermitente está en pleno auge. ¿Pero, qué es el ayuno?
Nos referimos a este término cuando nos abstenemos de ingerir calorías (sólidas o líquidas) durante un tiempo. Si lo pensamos, todos realizamos ayunos nocturnos de manera involuntaria. Es muy común estar 6-8 horas sin comer ni beber, normalmente desde que acabamos de cenar hasta la hora del desayuno.
Además, hay muchos estudios científicos que respaldan los beneficios de ayunar de manera más prolongada, sobre todo en el tratamiento de enfermedades o en el ámbito deportivo. Se suele hablar más de ayunos prolongados cuando estos ayunos sobrepasan las 12 horas. Durante este tiempo el glucógeno hepático (la glucosa o azúcar que se almacena en el hígado) va a ser la principal fuente de energía del organismo, dejando los niveles de glucosa bajos.
¿Cuáles son los beneficios del ayuno intermitente?
Si hacemos coincidir un ayuno intermitente de 12 horas con un entreno de baja intensidad durante más de 45 minutos, vamos a poder beneficiarnos de ello, ya que:
1- Genera adaptaciones metabólicas que van a ser claves para aquellas personas que se quieran preparar para carreras de larga distancia, es decir, vamos a ser capaces de ser más eficientes con el uso de la glucosa durante la práctica del ejercicio físico.
2- Favorece el consumo de grasa como combustible durante el ejercicio físico. Con esto no queremos decir que vayamos a favorecer la pérdida de peso, ya que para ello es tan importante la práctica de ejercicio (en cualquier momento del día), como el mantenernos activos y seguir unos buenos hábitos alimentarios. Sino que vamos a ser capaces de proporcionar más energía proveniente de la grasa que del hidrato de carbono. Recordad que la grasa proporciona más energía que el carbohidrato, 9kcal vs. 4kcal.
3- Ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, es decir, ayuda a mantener un buen número de bacterias “saludables” y limita el sobre crecimiento de bacterias “malas”. Gracias a ello, se va a crear un ambiente digestivo que va a permitir controlar las respuestas inflamatorias del cuerpo, ya que gran parte de estas respuestas se sintetizan en el intestino.
4- Reduce la sensibilidad a la insulina, permitiendo mantener una buena tolerancia a la glucosa
5- Aumenta la síntesis de endorfinas, aumentando la hormona de la felicidad
En definitiva, el ayuno intermitente puede ser una buena herramienta para mejorar el rendimiento deportivo, pero no es el único. Podemos encontrar otras maneras de favorecer adaptaciones metabólicas como: “Sleep low, training twice a day, long training without carbohydrates intake…”
Es importante, mantener un buen plan de entrenamiento, tener en cuenta la intensidad de tus entrenos, complementarlo con una buena planificación nutricional y sobretodo con un buen descanso.